Una gran parte de nuestro país se ha sentido en conflicto con el resultado de las últimas elecciones. Y es comprensible: la negatividad, la culpa, las mentiras, las intrigas y la desinformación (léase: noticias falsas) han plagado estas elecciones desde ambos lados del espectro político. ¿El resultado? Tensión postelectoral.

Lo que me duele de estas últimas elecciones no es la política, sino el impacto que han tenido en personas importantes para mí. Mi vecino jubilado está preocupado por la cobertura de la atención médica, mis amigos LGBTQ tienen miedo de convertirse en víctimas de delitos motivados por el odio, y mis compañeros de la universidad están desilusionados porque no saben si podrán contar con el programa de condonación de préstamos estudiantiles. Por otro lado, personas que conozco y quiero temen ser criticadas por haber votado a favor de principios importantes para ellos, como los abortos y la defensa del derecho a la vida, o los impuestos comerciales.  

Nada me duele más que ver sufrir a los demás. Mis propios pensamientos sobre los resultados electorales se volvieron casi irrelevantes cuando alguien importante para mí me contó el efecto tan negativo que las elecciones habían tenido en ella. Me di cuenta de que el dolor de estas elecciones no tiene que ver tanto conmigo, sino con todas las personas que se sienten discriminadas, ignoradas o atacadas simplemente por ser quienes son.

Como empleada de un programa de salud conductual, sé que en este momento el autocuidado es fundamental para todos nosotros, y una sola palabra sintetiza mi mejor estrategia de afrontamiento ante estas elecciones: COMPASIÓN

No hace falta que comprendamos las experiencias de una persona o de un grupo para poder identificarnos con sus sentimientos. Por ejemplo, nunca comprenderé el dolor que siente una mujer musulmana cuando la discriminan, pero sí comprendo el dolor. Y comprendo la discriminación. Comprendo lo que es sentirse inferior porque alguien ha dicho que lo soy. No hace falta que no tenga seguro para comprender el temor relacionado con la falta de cobertura. No hace falta que sea mujer para sentir compasión cuando las opciones de atención médica específicas para las mujeres están en peligro.

La mayor parte de mis actividades diarias no han cambiado desde las elecciones. Todavía voy a trabajar, les envío mensajes de texto a mis amigos cada día y gasto demasiado dinero en restaurantes. Pero hay quienes van a sentir cambios enormes como resultado de estas elecciones, y creo que debemos apoyar, inspirar, solidarizarnos y validar las experiencias de esas personas y grupos. 

Se han creado muchas fuentes de información para ofrecerles estrategias de afrontamiento. A continuación ofrecemos una breve lista de recursos.

Lea el blog del comisionado del DBHIDS, el Dr. Evans sobre Cómo hacerle frente a los resultados de las elecciones